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viernes, 8 de julio de 2011

El recorte educativo en la Comunidad de Madrid explicado por una profesora

Os traigo lo que ha publicado kaosenlared.net, escrito por Lola Morales:
Menos profesores por centro a pesar de contar con el mismo número de alumnos o más que el anterior curso, peligran los refuerzos en lengua y matemáticas, despidos de interinos, rotación del personal de administración, etc...
 


Por suerte o por desgracia, soy profesora de la Comunidad de Madrid, y tal y como se están poniendo las cosas en esta comunidad, en unos años acabaremos todos o en centros concertados o fuera de Madrid porque lo que ocurre aquí empieza a ser insostenible. Lucía Figar, consejera de Educación del Gobierno regional, envió este miércoles un fax a cada instituto para informar del cupo de profesores que tiene para el próximo año, lo que supone una reducción del 10% en cada centro. Unos 2.500 docentes menos en total solo en Secundaria; pero el recorte no sólo implica despidos:
-La ratio de los alumnos está al máximo posible (de hecho, está ya en muchísimos casos dentro de ese +10% que contempla la ley). Yo este año he tenido en las aulas 20, 30, 28 y 33 alumnos respectivamente (el 20 es de un desdoble y tales desdobles que parece que peligran para el año que viene). Es dificilísimo dar una educación de calidad con tanta gente en clase, y eso que el grupo de 33, bachillerato, era el menor de todos, el resto de bachilleratos estaban rozando los 40.
-Después de tragarnos los recortes, nos aumentan 1 o 2 horas lectivas para el año que viene. Por cada hora que se aumenta, hay que quitar complementarias (sobre todo, guardias), con lo que haríamos como mucho una guardia, pero es imposible mantener un centro con sólo una guardia por profesor, eso significaría uno o dos profesores de guardia por hora lectiva y se liaría una gorda en la mitad de las clases (lo mismo Lucía Figar nos dice que echemos a los niños a la calle y así se ahorra esas guardias).
-Ese aumento de horas acarrea consigo una disminución de entre el 10% y el 15% del profesorado de cada centro. Los interinos se pueden olvidar de sus vacantes, los que estamos en expectativa ya podemos pensar en otro centro y muchos con definitiva saldrán desplazados.
-A los interinos que no tuvieran una vacante desde principio de curso, desde este año ya no se les paga ni un euro en verano. Al paro directos.
-El personal de administración interino (hay que decir que aquí ni siquiera sacan oposiciones desde hace años) no se mantiene en el centro sino que se rota para no tener que hacerlo fijo. Cesan a un chico que lleva 3 años en mi centro y lo conoce al dedillo para poner a otro que no tiene ni idea del sistema informático justo en período de matriculaciones, que es cuando más trabajo tienen en secretaría (eso si no lo mandan ya en septiembre). Por supuesto, no les pagan el verano.
-Peligran los refuerzos en lengua y matemáticas (se reducirán a la mitad) y los desdobles, así como las aulas de compensatoria, integración o diversificación. ¿Que sólo tienes a seis de compensatoria? Pues mala suerte. ¿Que hay pocos alumnos que quieren hacer el bachillerato de Humanidades? Pues mala suerte.
-Este curso ya pasaba que en bachillerato no había tutoría. Además, los alumnos que no cursasen religión (¡que suponen 2 horas en bachillerato!) no podían recibir nada más, ni siquiera tenían profesor (iba uno de guardia). De hecho, estaba explícitamente prohibido que aprendiesen nada nuevo en esas dos horas, ni siquiera podía el profesor de guardia reforzar nada, ya que “los de religión estarían en desventaja”. Tócate un pie.
-El año que viene además las tutorías de secundaria ya… no son lectivas. Quitamos una hora de clase a los chicos, nos ahorramos esas horas y si eso la tutoría que se la dé el profesor en los recreos o de forma voluntaria a séptima hora.
A todo esto le sumamos que justo hoy han salido las instrucciones para el Bachillerato de Excelencia que mi querida presidenta se ha sacado de la manga. ¿Contratará a los profesores a dedo? ¿Cuánto dinero se va a gastar en eso? El inicio de curso se espera calentito en Madrid, los equipos directivos no van a poder cuadrar horarios ni plantillas.
Poco a poco, año a año con la excusa que toque, se reduce la calidad de la enseñanza pública. Si alguna agencia de calificación nos echara un ojo, no llegaríamos ni a bono basura.
* Lola Morales es profesora en un instituto público de Secundaria y Bachillerato de Madrid.

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