El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha pedido "sacrificios" a los funcionarios, incluidos los profesores, "como tributo a los que no tienen un contrato para toda la vida" y en compensación por las "ventajas y beneficios" de que disfrutan, según dijo, los empleados públicos. "No es el momento de la queja constante, sino de la responsabilidad constante", les reprendió en referencia a la crisis económica.
Aunque no se mostró partidario de recuperar el impuesto sobre el Patrimonio, que tachó de "arcaico", sí terminó por admitir -tras ser instado repetidamente por los periodistas- que "en momentos excepcionales" hay que pedir "cosas excepcionales a quienes tienen rentas más altas". Pero ligándolo a su petición de "sacrificios" a "otros grupos de la sociedad" española que disfrutan "de beneficios y ventajas que en el futuro no se podrán aguantar".
Rosell compareció ante la prensa, junto al presidente de Cepyme, Jesús Terciado; el secretario general de la CEOE, José María Lacasa y el presidente de honor de CEIM, la patronal madrileña, José Antonio Segurado, tras la reunión de los órganos de gobierno de los empresarios y la víspera de reanudar los contactos con los sindicatos para desbloquear la negociación colectiva y prorrogar el pacto de moderación salarial firmado en febrero de 2010.
En todo caso, el presidente de la CEOE se mostró dispuesto a tocar sólo el IRPF: "Es más fácil jugar con él", dijo. Pero siempre discutiendo "todos los impuestos en su conjunto", de forma que terminaran reformándose únicamente "los que distorsionan menos el crecimiento económico". Y justificó su renuncia a concretar más sobre temas fiscales en el hecho de que ningún partido político les haya hecho llegar aún una propuesta concreta sobre el asunto.
Los empresarios tampoco quieren debatir con los sindicatos sobre moderación de beneficios empresariales y reinversiones productivas para firmar un pacto de rentas como piden UGT y CCOO. Sólo creen necesaria mayor moderación salarial.
Rosell negó igualmente que la negociación colectiva se encuentre bloqueada como aducen los sindicatos. Desbloquearla fue la primera condición de UGT y CCOO, tal y como se lo comunicaron al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la carta que le enviaron el pasado 18 de agosto, para aceptar mayores sacrificios salariales.
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